¡Hola de nuevo!

En esta segunda parte de nuestra serie de posts dedicada al home studio, vamos a hablar ahora de los monitores o escuchas. Intentaremos que nos den una respuesta plana y fiel de lo que estamos grabando y mezclando. El por qué de esto es muy simple: si nuestros monitores y/o auriculares nos dan demasiados graves o unos agudos excesivamente brillantes, corremos el riesgo de que no estemos mezclando nuestra música de la forma correcta y sucederá que cuando escuchemoas nuestra mezcla en otro sitio, el resultado no sea el esperado.

Os pondré un ejemplo: supongamos que estamos mezclando con nuestros maravillosos auriculares de DJ, los cuales tienen unos graves tan absolutamente poderosos que nos hacen temblar hasta la ultima membrana de nuestros tímpanos. Pues bién, cabe esperar que la mezcla ya nos sonara con los graves deseados, o incluso los recortaremos porque esos graves pueden resultarnos excesivos. Ahora cogemos nuestra mezcla y nos la llevamos al coche donde tenemos un radio/cd con unos altavoces normalitos, o se la pasamos a nuestro colega para que la escuche en el equipito que tiene en el salón. ¡Oh sorpresa! Eso suena totalmente sin cuerpo, no suena bien… «¿Qué ha pasado? Si con mis mega auriculares hyper ultra bass booooost sonaba tremendo ¡!». Lo dicho, necesitamos unas escuchas que no nos mientan, que sean reales y que nos den una idea de lo que de verdad estamos haciendo. Los FOSTEX PM-0.4N, los ALESIS M1 ACTIVE 320 o los YAMAHA HS50M son magníficos monitores que nos ayudaran a que nuestro trabajo sea el esperado. Lo mismo puedo decir de auriculares como los AKG K 121, AKG K 77 o AKG K 141. En resumen, tratemos de evitar utilizar monitores y auriculares que estén mas pensados para escuchar música y que intencionadamente han sido sobre ecualizados en su respuesta para que suenen mas espectaculares y agradables de cara al publico en general. A la hora de escuchar los monitores, es importante la colocación de estos así como la posición en la que nos encontremos nosotros con respecto a ellos. Lo ideal es que formemos un triángulo equilátero entre nuestra cabeza y el par de monitores; de esa manera evitaremos problemas de tiempo de llegada, que pueden «enmascararnos» cosas y confundirnos en la mezcla.

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Si estamos pensando en que las baterías vayan programadas y no queremos “tirar” de los múltiples loops que traen los distintos programas de grabación o software de muestras de baterías, deberíamos pensar en tener un controlador que nos haga esa labor mas fácil. Ya sea un controlador con pads, o un teclado controlador que a la vez nos vendrá muy bien si queremos grabar nuestras pistas de teclados utilizando alguno de los cientos de programas o instrumentos virtuales que hay en el mercado. Si queremos solo utilizar pads, el KORG NANOKEY es sencillo, preciso y a la vez muy asequible. Y si buscamos un teclado controlador, el ALESIS Q49 o el Q61, o más pequeños como el AKAI LPK25 o el ALESIS Q25. Sé que hay aparatos mas completos y con mas prestaciones, pero también son mucho mas caros y si nos ponemos a sumar nos podemos llevar una desagradable sorpresa.

Hasta aquí este segundo post… en un tercero y último, trataremos el tema de la microfonía más adecuada para rematar tus grabaciones.

¡Hasta la próxima!